Ya sé que la semana pasada no me pasé por aquí, pero aunque os he fallado un día, no quería volver a hacerlo. Sé que siempre suelo publicar a media tarde pero hoy no ha sido posible.
Después de tanto rollo os estaréis preguntado sobre qué voy hablar en este post y es algo que muchas veces me preguntáis ¿Qué clima debe predominar para una sesión de fotos?
Seguro que la mayoría estaréis pensando que lo ideal sería un día lleno de un sol radiante, de esos que suelen darse en verano a 40 grados de calor… pero la verdad, es que para mí y creo que para muchos de mis colegas fotógrafos, es el más odiado ¿Por qué?
Hay luces y sombras, pero no unas luces o sombras que envuelven a los protagonistas de la sesión en una bonita atmósfera, si no de esas que hacen que una parte de la cara se ve negra y otra muy clara, vamos, de las feas muy feas. Así que la luz del sol intensa y radiante no es el momento más idóneo para hacer fotos.
¿Qué opináis de los días nublados?
A muchos de vosotros os preocupa cuando salen nubes y no hay sol de cara una sesión pero os diré, que para mí, son los mejores días.
Quizás perdamos esa bonita esencia de la bajada del sol al atardecer pero estamos ganando en intensidad de colores neutros y más reales; colores y paisajes tal y como los conocemos y los vemos. ¡Sin duda uno de los mejores momentos!
Seguro que llegados a este punto estaréis pensando en qué pasa si llueve…Ahí ya (si llueve mucho), no me la juego, pero si está chispeando, también pueden salir unas fotos potentes y con mucho rollo, diferentes a las que estamos acostumbrados.
En este post os dejo el resultado de una sesión recién salida del horno en un día nublado y algo lluvioso.
